viernes, 9 de agosto de 2013

En un bosquejo, la Madre. III Neolítico

Barco de la renovación arrastrado por  la Diosa Pez. Agua y vulva. Ciclidas. Museo Arqueológico de Atenas.



El agua es la fuente de la vida.

Lluvia fertilizadora, fructíferos mares, leche nutriente, líquido amniótico.

En el Neolítico la Diosa es la Señora de los tres niveles de las aguas. Las aguas subterráneas, los ríos y fuentes y las aguas celestiales.

Las fertilizadoras y renovadoras aguas subterráneas, son el territorio de la Diosa Serpiente. La serpiente, que muda su camisa, es la vencedora de la muerte, la portadora de la inmortalidad y al tiempo, del veneno asesino. De aspecto fálico, o un vientre preñado tras comer a su presa, engloba los contrarios: Vida y Muerte; Macho y Hembra.


Diosa primordial sumeria. Nammu.

Diosa Serpiente con el Hijo de la Vida. Vinca.

Las Aguas superiores son morada de la Diosa Pájaro. Y al igual que la Diosa Serpiente acoge en sí los opuestos complementarios;  siendo  vínculo, en su vuelo, de las aguas celestiales y terrenales. Su heredera, la griega Afrodita nace del semen celestial y las espumas marinas, también cielo y aguas, y entre ellas vuela el cisne.

Es la Madre  ponedora del huevo cósmico, la semilla primordial; y al tiempo, la metáfora del “espíritu” que vuela a reunirse con el alma grande, finalizada nuestra existencia temporal. Vida y Muerte. Y por su morfología, macho y hembra. El ánade,  iconografía antiquísima de la Diosa, es macho por su fálico cuello, hembra por su grupa abultada. Ánade, paloma, búho.

Y ambas deidades son indisociables, uno en dos, dos rostros de una única unidad; como vemos en las figurillas minoicas donde la diosa de senos desnudos, Madre Nutricia, sostiene la serpiente y el pájaro.
Esta concepción neolítica perdura en las filosofías  no-dualistas como  el Tantra y el Taoismo. El Yin –Yang es la metáfora, más conocida actualmente, de esta concepción.

Diosa Pájaro. Dupljaja.
Son frecuentes las representaciones  de la Diosa Serpiente, decorada con líneas serpenteantes,  entronizada y con un bebe (humano o serpiente) en sus brazos, como las figurillas encontradas en Sesclo, Tesalia o en Micenas, ambas en Grecia. La sumeria Diosa Nammu, Señora de la aguas primordiales, Diosa Serpiente, se presenta también con el Hijo de la Vida en sus brazos.

La Diosa Pájaro, representada con grandes senos, simboliza a la Celestial Madre Nutricia, siendo éstos fuentes de vida. Se han hallado este tipo de representaciones en Capdenac-le-Bout, en Lot, Francia; en Ciolanesti, Rumanía; en Bitolj, Macedonia o en Tirnavos, Tesalia (Grecia). La “Madonna de Gradac” es un ejemplo precioso de la Diosa Pájaro amamantando al Hijo, con rostro de pájaro. Por sus senos corren líneas paralelas simbolizando la Leche Vital. Valle de Moravia en la ant. Yugoslavia.

La Diosa en el Neolítico adquiere otras muchas formas igualmente importantes para comprender el pensamiento matriarcal.

La salvaje Diosa de la Vegetación, cuyas epifanías son el perro y más tarde el león.
La Vulva viajera, representada por el pez y evocación de la capacidad fertilizadora de la vida.
La posterior Diosa de los Cereales, simbolizada por el Cerdo o por la Vaca, etc…


Ha falta de testimonios escritos, que nos faciliten sus nombres propios, a  las deidades las identificamos por sus epifanías, animales o vegetales. 

A diferencia de lo que sucederá durante el patriarcado la medida no es el hombre, sino la naturaleza, por lo que la mirada neolítica no se eleva, no se impone sobre la naturaleza, sino que la “descubre”,  sintiéndose aun parte de ella.

“Madonna de Gradac”. Valle de Moravia en la ant. Yugoslavia.

En un bosquejo, la Madre. II Neolítico

Samarra.
Cucuteni. 
Chipre.


La cultura neolítica es continuadora de la tradición paleolítica.

Chipre.
Nos explica la arqueóloga Marija Gimbutas en “El lenguaje de la Diosa” y “Diosas y Dioses de la Vieja Europa” que, en la Vieja Europa en el periodo por ella estudiado, del 7.000 al 3.000 a.C., son frecuentes los restos arqueológicos de útiles de trabajo, enseres domésticos, adornos, abalorios, decoraciones de  alegres colores, figurillas y máscaras religiosas; y por el contrario, apenas ha hallado útiles bélicos, lo que parece describir unas sociedades fructíferas, cultas, abiertas al comercio y a los intercambios culturales y no belicosas ni guerrera. Según la autora la cúspide creativa de este periodo la encontraríamos en la rica y hermosa cultura Minoica y  afirma, por los vestigios hallados, que la cultura Neolítica, agrícola y alfarera, era Matriarcal. El maestro Joseph Campbell, en las “Máscaras de Dios” o  Anne Baring y Jules Casfhord en “El mito de la diosa”, entre otros, también describen el neolítico como la era de la Diosa.

Decíamos que el tránsito entre el Paleolítico y el Neolítico no supone una ruptura cultural, sino una nueva mirada cimentada sobre los 20.000- 30.000 años previos. Cambian paulatinamente las formas de vida, se pasa de una sociedad cazadora recolectora a una sociedad agrícola y alfarera.

Ahora, la Diosa, es la Señora de las aguas celestiales, de las subterráneas y de  las fuentes y ríos. La Diosa de los tres niveles de la existencia.

Madre Osa. Vinca
Y es la Señora del Cereal. Diosa Tierra, generadora de cosechas y vida.
Siempre madre fructífera, gestante y de parto.
Y su Hijo: el fruto de la tierra, la espiga, el alimento. 
Y su Hijo: todos los hijos de su vientre, también nosotros.

La Diosa es la Luna y como la vida, como la rueda, en permanente cambio y siempre presente.

Luz en el misterio, en los nocturnos ritos extáticos, luz de madre que ahuyenta los miedos.
Y su Hijo: el Toro, coronado con el creciente lunar.

La Madre Luna regula las mareas, las menstruaciones, los partos. Diosa de las aguas y maestra de los ciclos, nos enseña a adaptarnos a los cambios.

 Es la que “es” y es la que “no es”, la Señora de la vida y de la muerte.  

Madre Tierra que nos acoge en su seno, finalizado nuestro tránsito por este valle de vivencias.

La Diosa es lo sagrado inmanente.  
Su Hijo, el Niño Divino, lo manifiesto sagrado. 

Todo proviene de ella, cosechas, árboles, bosques, humanos y bestias. Todo es su fruto y todo es “Hijo de la Vida”. 

Son frecuentes las representaciones de la Vulva, con forma almendrada o como un triángulo invertido, iconografía que aún perdura en la India y se remonta al paleolítico. 

Cibeles. Catal Hüyük. Museo Civilizaciones Turcas. Ankara.
Y son frecuentes las figurillas de la Diosa gestante o de Parto, como las figuras halladas en Tesalia en Grecia, Medvednjak  en la antigua Yugoslavia o en Hagar Qim en Malta.
La representación más antigua, conocida, de la Diosa Cibeles, la que milenios después será la “Magna Mater” romana, es una figura de la “Diosa Entronizada”, protegida por dos leones (epifanías de la diosa) y pariendo al Niño Divino. Çatal HüyüK, Anatolia (Turquia) 6.000 a.C.

Antiguos vasos rituales de Anatolia y Europa presentan forma de cérvido. El ciervo, al perder la cornamenta en invierno y recuperarla en primavera, además de la forma ramificada de su astas, es la metáfora perfecta de los ciclos vegetales, epifanía de la Naturaleza como Diosa Madre.

También la Osa, representada con el cachorro en sus brazos o a su espalda, como aún algunos pueblos portan a sus niños, es epifanía de la Diosa Madre. Se han hallado figurillas, de la cultura Vinca, en la antigua Yugoslavia y también en Dinamarca, entre otros.

Diosa Tierra, Luna, Madre Osa o Ciervo, son algunos de los rostros de la Diosa.



Madre ciervo. "El lenguaje de la diosa".

jueves, 8 de agosto de 2013

En un bosquejo, la Madre. I Paleolitico

Venus de Lespugue 

Venus de Dolni Vestonice


























Soy la Madre tanto como la Luz…
La Matriz intangible…
En mí mora el conocimiento,
el conocimiento de las cosas sempiternas…
Yo soy quien alza el sonido de la Voz
para los oídos de los que me han conocido…
Soy la matriz que da forma al Todo
dando nacimiento a la luz que brilla con esplendor.
                                               (The Nag Hammadi Library. Texto Agnostico)



Venus de Willendorf

Alma Mater, arquetipo ancestral de la Gran Madre Nutricia y el Hijo de la Vida.

La “Madre Nutricia” ha sido, es, y seguramente será (mientras seamos humanos) uno de los motivos artísticos más veces representado.

En el Paleolítico son frecuentes las figurillas femeninas que representan a la Diosa preñada, abundante y fructífera. Es  la Madre Gestante y Nutriente, metáfora de la fuerza inmanente generadora de Vida.

Son las Venus paleolíticas, bautizadas así por la mentalidad Victoriana del XIX. La Venus de Lespugue en Francia, la de Menton en Italia, la de Moravany, en Eslovaquia o la  Venus de Willendorf en Alemania son preciosos ejemplos.



El paleolítico también nos ha regalado algunas representaciones de la Vulva  pars pro toto la Diosa Madre como  Vulva Cósmica y Fuente de la Vida.

 Ejemplos son las pinturas  del abrigo Blanchard en Dordoña o “la vulva de la cueva de Le Nanchard”, ambas en Francia, así como las pinturas del Camarín de las Vulvas de la cueva de Tito Bustillo, Asturias-


Camarín de las Vulvas de la cueva de Tito Bustillo


Ciclos. La rueda y el árbol 2013-14

Ghanesa. India

Ciclos es un espacio estable dedicado a la Mitología y el Pensamiento Sagrado.

Mandala de arena, Pueblo Navajo.
En estas  conferencias  os propongo  un recorrido, reflexivo y visual, por más de dos mil imágenes,  retratos  y paisajes del mundo, tanto actuales como tradicionales. Un hermoso  paseo  que nos ayude a acercarnos al pensamiento sagrado de la India, América o China, y a reconocer nuestras raíces culturales mediterráneas en  estos paisajes filosóficos y  emocionales.

La rueda y el árbol son dos arquetipos universales. La rueda, símbolo de la abundancia, habla de la  tierra: los elementos, las direcciones, las estaciones… El árbol, en sus tres niveles, nos representa.
Ambos guiarán este viaje.


Programa 2013-14

India: Las tres gunas y los cinco elemento; Los Chakras.   China: Yin – Yang y los cinco elementos.
Grecia Clásica: Las tres pneumas y los cuatro humores;  Los temperamentos.                     
Pueblos nativo-americanos: La rueda de la medicina.          
En preparación:  ”El caballo y el toro”;  ”La rueda en Mesopotamia y Egipto”…


Todos los viernes laborales del 20 de septiembre al 20 de junio
de 19,00 h. a 20,00 h.

Septiembre:      viernes  20         Presentación, la Rueda en el Mundo
                          viernes  27         Mitos de la India. Los cinco elementos.


CONFERENCIAS ABIERTAS
(La entrada es libre; si puedes, apoya el proyecto con tu aportación, gracias.)

TAIO DOYO
Calle Santa Ana, 6
28005 Madrid (metro La Latina/Tirso de Molina)
+34 / 622 633 374

J. Javier  Sesumaga: 670 03 30 75


Rueda de los elementos. China.

lunes, 5 de agosto de 2013

Constelaciones

Familia. Pablo Picasso


Desde nuestro nacimiento, probablemente antes, formamos parte de distintos grupos: familia, pueblo, comunidad lingüística, país...y a medida que crecemos vamos creando nuevos vínculos, participando de nuevos sistemas: amistades, empresa, pareja e hijos.

Ya el psicoanálisis supo dar importancia a los vínculos entre  hijo,  madre y  padre, pero es con el nacimiento de distintas escuelas sistémicas cuando el  poder del “vínculo” es ampliado a toda la familia y otros sistemas; y plenamente reconocido.

Con las Constelaciones Familiares, Bert Hellinger, ha sabido reconocer las leyes según las cuales se desarrollan las identificaciones e implicaciones entre los miembros de una familia, y ha desarrollado una terapéutica sistémica  y familiar.

Una terapeutica que habla del amor y el orden, del derecho y la necesidad de pertenencia que todos los miembros de una familia tenemos.  Despojada de lo superfluo enfoca directamente la solución.

Para crear una constelación el cliente expone, de forma clara y concisa, el asunto que le preocupa.



A partir de esta demanda, normalmente,  el facilitador indica al cliente que elija entre los miembros del grupo a las personas que representarán a los miembros de su propio sistema. 

El cliente sitúa a estos representantes en el espacio de trabajo, y a partir de esta “imagen expresada” y basándose en los movimientos interiores manifestados por los representantes, el facilitador acompaña al cliente a través de un proceso de reconocimiento de su propia realidad personal, proponiendo una “nueva” imagen sanadora, basada en la integración y el orden en el amor.
            Es una experiencia que enriquece y clarifica a todo el que la vive, tanto al cliente, como a los representantes, como a los miembros del grupo que acompañan el trabajo con su presencia activa.

            Es una experiencia que enriquece y clarifica a todo el que la vive, tanto al cliente, como a los representantes, como a los miembros del grupo que acompañan el trabajo con su presencia activa.




Mis abuelos, mis padres y yo, Frida Kahlo



Las Constelaciones Familiares nos ayudan a comprender y resolver problemas familiares, fobias, ansiedad, depresión, dificultades en la pareja o para encontrar pareja, a vivir duelos....y fundamentalmente, problemas que no hayan explicación en nuestras biografías y que una mirada sistémica puede iluminar.