Procesión de sacerdotisas. Cnosos, Creta. |
En nuestro peregrinar entramos, desde
Diosa de las serpientes, el pájaro corona su cabeza. |
Como ya he apuntado, la cultura minoica, desarrollada en Creta y las costas del Egeo, es la continuadora de la concepción vital matriarcal y los vestigios hallados son testimonio del alto desarrollo artístico, social y cultural del que gozaban. La frescura y alegría de sus frescos, la sofisticada cerámica y orfebrería y sus técnicas arquitectónicas nos hablan de una sociedad culta, abierta al intercambio, alegre y vital.
Las viviendas halladas en la isla de Santorini estaban dotadas de elementos anti-sísmicos, agua corriente y
un sistema sumamente eficiente de desagües y alcantarillado. Y hablamos de las viviendas corrientes de un barrio de artesanos, comerciantes y pescadores.
¿No gozaban los minoicos de un estado del bienestar similar al que nosotros aspiramos? ¿Como sería ahora nuestro mundo de haberse mantenido el matriarcado?
La cretense "Diosa de la Vida, la Muerte y la Renovación" es la Diosa del Hacha Doble.
Es la vida en todos sus ciclos: generadora de de los nuevos cachorros y brotes y quién recibe el sacrificio de la muerte. Es la finitud de lo limitado y, al tiempo, la mariposa que renace, tras su reposo como crisálida. La Naturaleza, reverenciada en el baile del devenir.
Diosa pájaro y serpiente, es la señora de las aguas subterraneas y celestiales. La matriz de la surge el huevo cósmico, la madre del Toro, Zagreo. Como la Diosa Neolítica es lo inmanente sagrado, la potencialidad pura, Zoe como la vida a través de las vidas.
Su hijo se manifiesta en el toro, como lo fue en la matriarcal vieja Europa y en la civilización de Catal Huyuk. El toro Apis, en Egipto, es el hijo del rayo de Luna; toro es Damuzi en Sumer y es Dionisos cuando como toro se entrega al sacrificio. Nandi, el toro blanco, es la montura del hindú Shiva y el dios de al agricultura en China, Shennog, también es representado por el toro.
El toro, cuya cornamenta es el creciente lunar, es el hijo de la diosa, el Hijo de la Vida.
Y si la Diosa es Zoe, lo inmanente sagrado, su Hijo es Bio, lo sagrado manifiesto, la vida finita y todo lo creado.
Reconstrucción del Palacio de Cnosos. Creta. |
Esta concepción nos reconoce como hijos de la Vida y parte de la Diosa, como lo es el hijo gestado por su madre, y por tanto, sagrados. Los minoicos celebran, en su arte y cultura, el "gozo" de la existencia. Como Abeja, la Diosa minoica, es portadora de dulzura y armonía; embalsamados con miel, la diosa endulza el difícil transito entre la vida y la muerte.
Diosa de las Amapolas, como la griega Demeter su heredera, es la dionisíaca portadora del éxtasis. La que nos invita a bajar por el tobogán de nuestro inconsciente, la que nos impulsa hacia nuestros cielos interiores.
Señora del Hacha Doble, Maestra del Laberinto, de ella heredaron los griegos los Ritos Mistéricos
que según dijo Platón:" la estructura final de los Misterios tenía por fin llevarnos de vuelta a los principios de los que descendemos".
El laberinto de Minos probablemente fuera el salón donde, trazado en el suelo, estaba la guía para desarrollar la danza del laberinto. Esta danza, coreografía de intrincados recorridos por el espacio, entre la luz y la sombra, formaba parte del culto a la Diosa. Olvidemos, aunque solo sea por un momento, la historia de Teseo y el Minotauro, huyamos de la hybris griega y miremos a mi Señora, a la Señora del Laberinto, con ojos limpios.
Señora del Hacha Doble, Maestra del Laberinto, de ella heredaron los griegos los Ritos Mistéricos
que según dijo Platón:" la estructura final de los Misterios tenía por fin llevarnos de vuelta a los principios de los que descendemos".
Sacerdotisas presentando ofrendas ante la Diosa. Las Hachas Dobles enmarcan el altar. |
El laberinto de Minos probablemente fuera el salón donde, trazado en el suelo, estaba la guía para desarrollar la danza del laberinto. Esta danza, coreografía de intrincados recorridos por el espacio, entre la luz y la sombra, formaba parte del culto a la Diosa. Olvidemos, aunque solo sea por un momento, la historia de Teseo y el Minotauro, huyamos de la hybris griega y miremos a mi Señora, a la Señora del Laberinto, con ojos limpios.
La vida es
el juego de la Diosa, un entramado de luces y sombras, de reflejos fragmentados
que enmascaran la realidad del Ser.
En la India a esta ilusión la llaman Maya y la describen con el Shri Yantra, el mandala de la Diosa. Los triángulos entrecruzados que la componen describen las fuerzas masculinas y femeninas que generan las múltiples formas; lo múltiple, lo finito y limitado. Y en centro del mandala, el Bindu, el punto de silencio, la semilla primordial; el instante donde la Diosa, ¨No Siendo", exhala su aliento y se despliega en el "Ser", en todos los Seres.
En la India a esta ilusión la llaman Maya y la describen con el Shri Yantra, el mandala de la Diosa. Los triángulos entrecruzados que la componen describen las fuerzas masculinas y femeninas que generan las múltiples formas; lo múltiple, lo finito y limitado. Y en centro del mandala, el Bindu, el punto de silencio, la semilla primordial; el instante donde la Diosa, ¨No Siendo", exhala su aliento y se despliega en el "Ser", en todos los Seres.
En el
Laberinto, la Diosa nos invita al acto mistérico. Nos llama a perdernos para
hallarnos. Su propuesta, para salir de las marañas y maleza que enmascaran la
realidad, es un viaje iniciático hacia el centro nuestro Ser. El Toro, el Hijo de la Vida, es el centro. Es
el Bindu, donde lo inmanente se hace manifiesto. Y es la memoria fetal donde
aun nos sentíamos, hijos de madre y en ella, conectados al Ser. No estamos
lejos de la respiración embrionaria taoista.
Pasifae con su hijo, Minotauro, en su regazo. Cerámica Griega. |
Shri Yantra. Mandala hindú. |
Todo es
cambio y lo que ayer fue hoy no es.
Una erupción
volcánica se tragó gran parte la Isla Thera, y el tsunami que provocó asoló
Creta. Su flota comercial fue destruida y la civilización minoica no volvió a
florecer. Dos siglos después, sobre el 1.200 a.C., fue totalmente aniquilada
por los llamados “pueblos del mar”.
Y enterrado en la ceniza del devenir histórico terminó el matriarcado; al menos en Eurasia. Una hermosa excepción es la comunidades Mosuo, en China donde aun perdura la cultura matriarcal.
El hijo de la vida en el regazo de sus madres, la Diosa de la Vida y de la Muerte. Creta. |
La Vida, la Muerte y el hijo del Deseo. Figurilla, llamadas Phi, por su similitud a la letra griega. Islas Ciclidas. Grecia. |
Fresco, ciudad minoica en la isla de Thera, antes de la erupción. Santorini, Grecia.
Señor de los animáles. Creta. |
Príncipe de los lirios. Cnosos, Creta. |
Pescador. Cnosos, Creta. |
Río, fresco en Thera. Santorini, Grecia. El hipógrifo, esquina izquierda, como pájaro, serpiente y león aúna los tres aspectos de la Diosa. |
Con una solida base económica se calcula que la población, en la época de mayor esplendor, rondaría los 400.000 habitantes. Con una población altamente especializada desarrollaban todo tipo de oficios: navieros, orfebres, escribas, maestros, ebanistas, constructores...Fundamentalmente comerciantes, el pastoreo era muy importante, se calculan en 1.000 los rebaños de ovejas en la isla. No parece que hubiera esclavismo y cada familia disponía de una finca para su consumo. |
Bendición de la Señora de las Amapola. |
Sus manos abiertas protegen los umbrales . Rojo, como la amapola es el color de la vida. |
Fresco, Cnosos. Guapas. |
Fesco en Thera. Isla de Santorini. Grecia |
Sello micénico. Los micénicos hicieron suya la mitología minoica y sus estilos artísticos. Diosa de la vida, la muerte y la renovación. El hacha doble en el centro de la escenal. La Diosa entronizada bajo el árbol de la vida sostiene las amapolas de la renovación. Frente a ella la Hija de la Vida retornando del inframundo (pasaran a la mitología griega como Demeter y Perséfone). Dos sacerdotisas que hacen entrega a la Diosa de la ofrenda del sacrificio, la acompañan. Un niño, tras el escudo micénico, como un alma que asciende, está sobre las sacerdotisas y señala seis cabezas de animal cortadas, victimas del sacrificio. Éstas enmarcan la parte izquierda del sello. A la derecha la Hija de la Diosa come fruta del árbol de la Vida. (Perséfone, Eva...) |
Salón de los delfines. Palacio de Cnosos. Creta. |
Juego del toro. Fresco del palacio de Cnosos. Creta. Mujeres y hombres participaban en los juegos, como en el resto de actividades sociales, sin ningún tipo de discriminación sexual o social. |
Palacio de Cnosos, donde los cuernos del toro, creciente lunar, presiden la plaza central. |
Otro valioso artículo sobre el hacha doble y el laberinto.
Un último enlace a un artículo rico en imágenes y contenido.
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