Samarra. |
Cucuteni. |
Chipre. |
Chipre. |
Decíamos que
el tránsito entre el Paleolítico y el Neolítico no supone una ruptura cultural,
sino una nueva mirada cimentada sobre los 20.000- 30.000 años previos. Cambian
paulatinamente las formas de vida, se pasa de una sociedad cazadora recolectora
a una sociedad agrícola y alfarera.
Ahora, la Diosa,
es la Señora de las aguas celestiales, de las subterráneas y de las fuentes y ríos. La Diosa de los tres
niveles de la existencia.
Siempre madre
fructífera, gestante y de parto.
Y su Hijo:
el fruto de la tierra, la espiga, el alimento.
Y su Hijo: todos los hijos de su
vientre, también nosotros.
La Diosa es
la Luna y como la vida, como la rueda, en permanente cambio y siempre presente.
Y su Hijo: el Toro, coronado con el creciente lunar.
La Madre
Luna regula las mareas, las menstruaciones, los partos. Diosa de las aguas y
maestra de los ciclos, nos enseña a adaptarnos a los cambios.
Es la que “es” y es la que “no es”, la Señora
de la vida y de la muerte.
Madre Tierra
que nos acoge en su seno, finalizado nuestro tránsito por este valle de
vivencias.
La Diosa es
lo sagrado inmanente.
Su Hijo, el Niño Divino, lo manifiesto sagrado.
Todo
proviene de ella, cosechas, árboles, bosques, humanos y bestias. Todo es su
fruto y todo es “Hijo de la Vida”.
Son
frecuentes las representaciones de la Vulva, con forma almendrada o como un
triángulo invertido, iconografía que aún perdura en la India y se remonta al
paleolítico.
Cibeles. Catal Hüyük. Museo Civilizaciones Turcas. Ankara. |
La
representación más antigua, conocida, de la Diosa Cibeles, la que milenios
después será la “Magna Mater” romana, es una figura de la “Diosa Entronizada”,
protegida por dos leones (epifanías de la diosa) y pariendo al Niño Divino.
Çatal HüyüK, Anatolia (Turquia) 6.000 a.C.
Antiguos
vasos rituales de Anatolia y Europa presentan forma de cérvido. El ciervo, al
perder la cornamenta en invierno y recuperarla en primavera, además de la forma
ramificada de su astas, es la metáfora perfecta de los ciclos vegetales,
epifanía de la Naturaleza como Diosa Madre.
También la
Osa, representada con el cachorro en sus brazos o a su espalda, como aún
algunos pueblos portan a sus niños, es epifanía de la Diosa Madre. Se han
hallado figurillas, de la cultura Vinca, en la antigua Yugoslavia y también en
Dinamarca, entre otros.
Diosa Tierra,
Luna, Madre Osa o Ciervo, son algunos de los rostros de la Diosa.
Madre ciervo. "El lenguaje de la diosa". |
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